
Un nuevo orden está emergiendo. Este año, el 2022, es testigo de la transformación del mundo, de la aparición de las nuevas estructuras políticas, económicas y sociales a nivel global; así como de nuevas creencias colectivas pues las anteriores comenzaron a colapsar gracias a la pandemia del 2020. Y esta transformación depende de cada uno de nosotros.
Una creencia colectiva que ya comenzaba a cuestionarse debido a las otras pandemias ya existentes anteriormente: el sedentarismo, la obesidad y el burnout era la relacionada con el éxito y la productividad.
El éxito se medía en términos de poder (dominación – competencia) y dinero (ambición – consumismo) y para lograrlo había que ser lo más “productiv@” posible, entregando el tiempo de vida al “hacer” compulsivamente hasta el punto de drenarse física, mental y emocionalmente. El resultado: infelicidad, menor satisfacción y goce de la vida, pérdida del bienestar, de la salud; en muchos casos, la muerte.
Muchas personas siguen temiendo mucho a ese virus que llegó en el 2020; sin embargo, el estrés crónico continúa cobrando más vidas alrededor del mundo ya que es la causa raíz de toda enfermedad crónico degenerativa que se conoce actualmente.
Gracias a la pandemia, más y más personas comienzan a despertar y a tomar consciencia de que sin salud, sin bienestar no es posible que exista un proyecto de vida y; por lo tanto, comienzan a regresar el foco de atención a su propia vida dándose cuenta del gran desequilibrio que hay.
En este artículo te comparto 4 claves para comenzar a generar un mayor balance vida – trabajo que te permita vivir en mayor bienestar, felicidad, plenitud y sobre todo armonía y paz.
Clave 1: Observa las “incomodidades”, desea y decide vivir diferente.
El mejor indicador del desequilibrio entre la vida personal y el trabajo es tu estado de ánimo. Si percibes cualquier tipo de “incomodidad” física, mental o emocional es señal de que necesitas re-equilibrar. Despierte al deseo de tener una vida diferente. Toma la decisión de comenzar a pensar y actuar diferente y; sobre todo, debes estar dispuesto a hacer los cambios.
Clave 2: Cancela la antigua creencia colectiva sobre éxito y productividad.
El éxito debe integrar ahora un elemento clave: el bienestar y; por otro lado, la productividad debe ser sinónimo de utilizar sabiamente el tiempo de vida.
Clave 3: Observa a qué estás entregando tu tiempo de vida y establece nuevas prioridades.
Revisa en tu día a día a qué actividades estás dando tu tiempo y analiza si esas actividades están alineadas a tu propósito, a tus metas, a lo que deseas en tu vida, a cómo quieres vivir y cómo quieres sentirte. Si observas distorsiones, entonces es momento de establecer nuevas prioridades. Tienes el poder de decidir en qué actividades, personas, información y conversaciones entregas tu tiempo.
Clave 4: Primero tú
La pandemia del 2020 nos recordó que necesitamos volver a nuestro centro y llevar la atención a uno mismo. Para poder transformar cualquier círculo social: familia, comunidad, sociedad y el mundo entero se debe comenzar por transformarse a uno mismo.
Así es que es momento de comenzar por ti. De ponerte a ti en el número 1 de la lista de prioridades. De crear el tiempo y el espacio para atender tu principal activo, tu bienestar, a través de las diferentes e importantes prácticas de autocuidado.
Vivir en estrés, en estado de supervivencia, en desequilibrio NO ES NORMAL. Que esta nueva normalidad y nueva realidad que se está gestando sea una nueva basada en equilibrio, bienestar y felicidad que se traduzca en mayor prosperidad en tu vida… y esto depende solamente de ti.
El primer paso para cambiar es despertar y el segundo… Actuar.
¡Mucho éxito!

Gizehlle García.
Coach de vida, nutrición, salud y bienestar holístico.
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