“A medida que avanzamos gradualmente en este Año Nuevo 2024, nos acercamos a la edad acuariana, que en realidad comienza alrededor de 2400 CE (Era Común o Anno Domini). Sin embargo, ya estamos sembrando lo que se convertirá en una Era de armonía y rehabilitación de viejos valores. Una nueva frecuencia armónica que está representada por Plutón moviéndose a Acuario, y muchos otros eventos fuera de nuestros confines planetarios que están marcando el fin de una era.
Nuestro nuevo destino está dentro, como los guías comparten muchas veces, porque es nuestra frecuencia elegida la que determina hacia dónde vamos y lo que vemos en el exterior. No hay destino al que llegar, porque todo ya está dentro de nosotros. Solo tenemos que cambiar nuestro enfoque interiormente.
2024 es el año de la integración monádica, que como saben comprende desde la séptima dimensión hasta la novena, a medida que entramos en este nuevo año, los Guías se expanden en la esencia del 2024, compartiendo esto será también el año de la multiplicación que es el resultado de encarnar la mónada y pasar a dimensiones más iluminadas.
Como saben el 2023 ha sido el año en el que muchos se han movido a los niveles del alma, abriendo su portal corporal de quinta dimensión, o quinto chakra, que está conectado al aspecto quinta dimensional de nosotros, y empezando a avanzar, hacia los niveles de sexta dimensión.
Durante el 2024, ahora nos dirigimos a la encarnación de la Mónada, curando y abriendo nuestro ocho chakra, sus ocho hebras de ADN correspondientes, y timo, también llamado Corazón Superior, como la parte física de nuestro cuerpo que se conecta con la mónada. El color azul de nuestro portal de quinta dimensión, junto con el dorado sería el espectro con el que estaremos trabajando, para dar fruto a esta activación. Muchos están dispuestos a seguir encarnando aspectos superiores de sí mismos, y es precisamente cuando nos movemos a la Mónada, que podremos descender más luz, sabiduría y poder, multiplicando lo que previamente expandimos. Puede ser abundancia, más amor, paz, o cualquier otra cosa que necesitemos para nosotros mismos o la realidad, porque la Luz de Dios sostiene y expande todo si estamos alineados a ella, y permitimos que funcione a través de nosotros.
Un proceso que está demasiado representado por el número ocho, la frecuencia universal de este 2024, que destaca la abundancia del amor, y la asistencia, que nuestro planeta está recibiendo, y que nosotros también estamos descendiendo de él, a medida que la fuerza vital más espiritual recibida, más conciencia para expandirse en dimensiones iluminadas más altas
Que sigas avanzando hacia la Luz, creciendo en amor, sabiduría y poder.
Les deseo un bendecido 2024, lleno de infinito amor, abundancia y alegría, seres amados.
Arte por :
Frecuencia codificada Natalia Alba
