LA MECÁNICA DEL PENSAMIENTO por Conny Méndez

LA MECÁNICA DEL PENSAMIENTO por Conny Méndez

Todo el día y toda la noche estamos pensando una infinidad de cosas distintas. Pasa por nuestra mente una especie de película cinematográfica constante, aunque desconectada.

Entre tantas ideas diferentes nos detenemos a contemplar, examinar o estudiar algunas más que otras ¿Por qué? Porque nos han estimulado el sentimiento. Nos han producido un sentimiento de temor o de antipatía, de simpatía o de lástima, un sentimiento de agrado o desagrado, no importa. El hecho es que por aquel sentimiento la idea nos interesa, la repasamos más tarde, tal vez la comentamos con alguien. Esto es meditar, y lo que así se medita pasa al subconsciente y allí se graba.

Una vez que se graba una idea en el subconsciente se convierte en un reflejo. Tú sabes que cuando el médico te da un golpecito con algún objeto en un sitio alrededor de la rodilla, tu pierna da un salto. Te han tocado un punto sensible y has reaccionado ¿no? En esa misma forma, cada vez que ocurre en tu vida algo referente a una de las ideas que están grabadas en el subconsciente, el reflejo reacciona en la forma exacta en que fue grabado. Tú adoptas una actitud de acuerdo con el sentimiento original que sentiste cuando primero pensaste en aquella idea. Los metafísicos llamamos a esto un concepto; es decir, una creencia, una convicción.

El subconsciente no discierne. No decide nada, no opina ni piensa por sí solo. No tiene poder para protestar, no tiene voluntad propia. Esas no son sus funciones. Su única función es la de reaccionar poniendo a la orden el reflejo que se le ha dado. En este sentido, él es un maravilloso archivador, secretario, bibliotecario automático que ni descansa ni falla jamás. Tampoco tiene sentido del humor. No sabe cuándo una orden ha sido dada en chiste o en serio. De manera que si tu nariz es un tantico abultada y si tú por hacer reír a los demás adoptas el chiste de llamarla mi nariz de papa rellena, por ejemplo, como el subconsciente es un servidor exacto, no tiene sentido del humor y solo sabe obedecer incondicionalmente, tratará por todos los medios de cumplir la orden que le han dado tus palabras y tu sentir… y verás a tú nariz parecerse más y más a una papa rellena.

La palabra metafísica quiere decir más allá de lo físico; es decir, la ciencia que estudia y trata de todo lo que está invisible a los sentidos físicos. Te da la razón de ser de todo lo que no comprendemos, de todo lo misterioso, y es exacta.

Ahora verás: ¿recordarás tú la primera vez que oíste mencionar la palabra catarro? No lo recuerdas, ¿verdad? Eras muy pequeñito. La palabra la dijeron tus mayores. Te enseñaron a temerla. A fuerza de repetirla te instruyeron a comprenderla, te dijeron que no te mojaras los pies, que no te pusieras en una corriente de aire, que no te acercaras a alguien porque tenía catarro y que se te pegaba, etcétera. Todo lo cual se fue grabando en tu subconsciente y se fue formando allí un reflejo. No tuviste jamás que recordar las advertencias de tus mayores. De allí en adelante tu subconsciente te ha brindado un catarro (el mejor que te pueda obsequiar)

Tu voluntad, negativa o positiva, es el imán que atrae hacia ti los gérmenes, las circunstancias adversas o las buenas. Tu actitud negativa o positiva ante los hechos, determina los efectos para ti.

Cualquier cosa que estés manifestando, que te esté ocurriendo contraria a la armonía perfecta, o que tú mismo estés haciendo o sufriendo contraria a la armonía perfecta, se debe a una creencia errada que tú creaste, ya lo sabes, y que por reflejo estás lanzando hacia afuera y atrayendo su igual del exterior. No tiene  nada que ver con tu Yo  Superior. Este continúa perfecto. Sus condiciones y su situación son perfectas.

Ahora di con firmeza, pero con infinita suavidad. “No lo acepto”, hazlo como si dijeras “No me da la gana”, tranquilamente, pero con la convicción y firmeza, sin gritar, sin violencia, sin un movimiento, sin brusquedad ¿me hago comprender?.

Después de haber dicho “No lo acepto”, recuera que tu Yo Superior es perfecto; que sus condiciones son perfectas. Ahora di: “Declaro que la Verdad de este problema es (armonía, amor, inteligencia, justicia, abundancia, vida, salud, etc. ) cualquiera que sea lo opuesto a la condición negativa que se esté manifestando en este momento) Gracias, Padre, que me has oído”.

Conny Méndez (1898-1979) siempre creyó que las verdades espirituales, filosóficas y metafísicas debían ser expuestas con las palabras más claras y sencillas, de manera que hasta un niño pudiera comprenderlas. Una escritora que ha sabido capturar los corazones y las almas de millones de lectores de Metafísica. Que han comprobado que, en efecto la fe mueve montañas.

 

Escrito por Magnolia

@ELBLOGDEMAGNOLIA

 

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