La noche oscura del Alma: ¿Qué es?

La noche oscura del Alma: ¿Qué es?

Noche oscura del alma es una metáfora utilizada para describir una fase en la vida espiritual de una persona, marcada por un sentido de soledad y desolación. Se hace referencia en tradiciones espirituales de todo el mundo.

Es un período difícil de la vida espiritual. Un camino de búsqueda de sentido que se da en el interior de cada uno. De esa transformación, surge un ser renovado.

Todos alguna vez en nuestra vida experimentamos esta sensación de estar perdidos, de no encontrarle sentido a lo que estamos viviendo o dónde todo se transforma en un profundo caos.

Puede comenzar por alguna situación externa, como la pérdida de un ser querido, el fin de un amor, la pérdida de un trabajo, un mal negocio, una enfermedad o cualquier otro hecho inesperado que nos deja sin certeza.

La noche oscura del alma también puede comenzar internamente. Por fuera todo pareciera estar bien, pero por dentro nos sentimos vacíos, estancados, queremos alejarnos de las personas queridas, necesitamos comprender qué nos está sucediendo. Dejamos de disfrutar lo de siempre. Creemos que la vida tiene que ser algo más y sufrimos. Nos preguntamos qué estamos haciendo mal o que hicimos para merecer esto. Lloramos, nos enojamos, y si podemos, seguimos nuestras rutinas cargando el peso de la tristeza en nuestras espaldas.

Nos sentimos incapaces, nuestras certezas desaparecen, las herramientas que teníamos ya no funcionan y nos sentimos desnudos y vulnerables frente al mundo. Por lo general se experimentan sensaciones como miedo, tristeza, soledad, impotencia y desolación

En este estado buscamos desesperados dónde hacer pie, pero estos intentos nos frustran aún más porque es tiempo de ir hacia adentro, de dejarse desintegrar y cuanto más nos resistimos, con más fuerza nos enfrenta la vida al cambio.

“Ningún árbol, crece hasta el cielo sin que sus raíces alcancen el infierno”. – Carl Jung

¿Qué hacer cuando se atraviesa una noche oscura del alma?.

En primer lugar, no huir. Muchos tenemos la tendencia a escaparnos del dolor, que muchas veces se torna insoportable.

Los especialistas recomiendan que la mejor forma de transitar por esos momentos de contracción, miedo y dolor es entregarse a ellos y mirarlos de frente, cultivando la virtud de la paciencia y evitando la ansiedad. Tomar conciencia del momento y observar nuestros pensamientos para sentir las emociones plenamente y evitar caer en hábitos autodestructivos y adicciones.

“la verdadera noche oscura no puede ser despachada tan a la ligera. Deja una marca indeleble y cambia a una persona para siempre. No es algo de lo que debamos ufanarnos. La noche oscura puede perturbarnos profundamente, sin ofrecernos ninguna salida, salvo quizá depender de nuestra fe y nuestros recursos más allá de nuestra comprensión y capacidad. La noche oscura requiere una respuesta espiritual, no sólo terapéutica. Una noche oscura del alma no es extraordinaria ni rara. Forma parte de la vida, y podemos beneficiarnos de ella tanto o más que de los momentos normales. Yo considero la noche oscura del alma como un período de transformación. Se parece más a una fase de la alquimia que a un obstáculo que nos impide alcanzar la felicidad”. – Thomas Moore

Desde mi experiencia, la noche oscura del alma la he vivido y la vivo como una muerte. Algo dentro mío está muriendo. Algo que he creado, que forma parte de mi personalidad, de mi manera de ver la vida, de mi accionar, ya ha cumplido su ciclo. Es necesario dejar ir, es necesario transitar la incertidumbre y el miedo que nos da.

Es necesario ir a una capa más profunda, a una conexión más auténtica con el Alma, con el Ser. Tomar la vida, la propia vida y dejar aquellos acuerdos inconscientes dónde comenzamos a vivir vida de otros y no la propia.

No hay una fórmula mágica para atravesar la noche oscura del alma, cada proceso es único y personal. Cada uno necesita encontrarse con su tesoro interno.

Hay noches oscuras del alma y descensos a los infiernos ineludibles. En esos casos hay que tomar la determinación de permanecer en ese espacio desierto y solitario, estando presentes ante el vacío. Entonces puede emerger un vacío fértil, una presencia total que nos libera. En este sentido, dijo Jung que la oscuridad y el caos preceden siempre a una expansión de la conciencia.

El crecimiento personal no es un proceso lineal, controlable y progresivo. El alma se hace visible, se manifiesta y madura con el descenso a lo oscuro. Es un proceso necesario para aprender a vivir desde el alma, en lugar de desde la tiranía del ego, con menos certezas sobre las cosas y más en contacto con las intuiciones y las emociones.

La resistencia a la noche oscura es más dolorosa que ella misma, es instalarse en un estado defensivo y estéril. La oposición a la realidad tal como es nos debilita. Tratar de evitar el sufrimiento inevitable solo genera más dolor. Ahora bien, podemos aliviar la pesadumbre y el dolor sin negarlos ni tratar de huir de ellos. Es bueno darse un respiro de tanto en tanto, entrar y salir del escenario, relajarse un poco, reírse de uno mismo. Las lágrimas son muy necesarias, alivian la tristeza, la frustración y el dolor, y también disuelven las defensas egoicas, diluyen la máscara y la coraza del ego.

En la noche oscura accedemos al mundo de nuestras sombras para explorar esa parte oscura, desconocida, rechazada, no transitada de nuestra alma, que es también nuestro potencial. Solo queda rendirse al movimiento interno de realización personal, acunarse, esperar y confiar. En la medida en que asintamos, nos rindamos y cooperemos con ese movimiento hacia las profundidades antes saldremos del abismo.

La noche oscura es un viaje sagrado, iniciático, solitario. Hemos de rendirnos y dejar que el dolor nos pula, nos forje, purifique y transforme en su fuego alquímico. El alma se nutre de la noche oscura. Es gestación para renacer, una oportunidad para recuperar la conexión con la esencia, frente al control del ego y la fuerza de la razón. En algún momento hemos de transitar también las sombras, los valles lúgubres y sombríos de nuestro espacio interior. Y el lugar del desierto donde encontrar la propia fuerza y verdad.

Hemos de aceptar la noche oscura y vivir en consonancia a ella porque el alma se alimenta de la oscuridad tanto como de la luz. – Thomas Moore

La búsqueda de uno mismo lleva implícita la firmeza de continuar siempre para adelante. Implica aprender a superarse reiteradamente, para ir aumentando lentamente los límites de la propia identidad.

Algunos de los síntomas.

Apatía: la vida en general se queda sin sentido. No encontramos placer en nada. No podemos disfrutar ni de lo cotidiano ni de los logros más esperados. ¿Volveremos a sentir alegría alguna vez?

Soledad: a pesar de estar rodeado de personas que siempre nos quisieron y sabemos incondicionales, el sentimiento de soledad y de estar solo en la batalla, es inevitable. El proceso es tan profundo que a veces ni siquiera se puede contar con palabras.

Negación del presente: surge una necesidad imperiosa de volver al pasado, en un tiempo y espacio en el que supuestamente estábamos mejor.

Necesidad de huida: intentos desesperados para salir de estas emociones.

Desconcierto: no se sabe qué camino seguir.

Desesperanza: imposibilidad de ver el futuro como algo mejor.

No hay nada que podamos hacer cuando este tiempo se nos impone, solo adentrarnos con valentía y con fe en el proceso de transformación. Es el fin de una identidad. Es la posibilidad de una nueva vida.

¿Y si alguien que nos importa, que amamos y que quisiéramos ayudar está atravesando este tiempo? No hay nada que podamos hacer por él. Uno tiene que descender solo, vacío y vulnerable. No hay curitas, ni cotillón que podamos proveer. No seremos andamios cuando la estructura del otro se desmorona. Si como dicen el I Ching: «Es tiempo de atravesar las grandes aguas”, ese nado es individual. Nosotros podemos desearle fuerza y valentía y esperarlo del otro lado de la orilla.

#Bitacora de la Capitana.

La capitana ya se ha enfrentado un par de veces con su noche oscura del alma.

Su primer noche oscura duró 3 años y en este momento ya lleva dos años atravesando la segunda. Aquí te comparto su bitácora.

La capitana y la Sombra.

La sombra me invade una vez más

Ya no quiero ni pensar

más pienso, más me hundo

En la oscuridad que me habita

En la oscuridad de la que siempre huí.

Estoy cansada de esta rigidez

Estoy cansada de luchar y esforzarme

¿Para qué? ¿Para quién?

Me pregunto sin poder dormir

¿Quién soy? ¿A dónde voy?

¿Por qué siempre tanta confusión?

Luego de un día de intensa corrida

La capitana se sentó abatida

con un dejo de tristeza

y con la mirada perpleja

Preguntas y pensamientos invadieron su mente

y se escuchó el rechinar de sus dientes.

Tantos años en el mar

Creyendo saber donde llegar

pensando que tenía el control de su barco

cuando en realidad

eran otros quiénes dirigían por detrás.

Ya me cansé de tanta soledad

y también de aquellos que evitan la verdad

Me cansé de que me digan donde tengo que virar

y más aún, me cansé que no respeten mi hablar.

Esta sombra que hoy me cubre,

¿En algún momento se irá?

Me gustaría volver a soñar y tener la fuerza para volver a navegar

Sentada en una fría roca

a orillas del mar

la capitana lloraba

por su paz encontrar

El ruido de las olas

parecía que la querían calmar

pero ya la sombra

no la volvería a soltar

llegó el momento

de tenerla que mirar

porque la sombra algo le vino a dar

No será fácil

Pero lo tiene que intentar

Será única forma en que se podrá liberar.

No tengas miedo capitana

las estrellas titilaban al compás

Entra en la sombra

y encuentra tu verdad

Si allí te pierdes

nosotras iluminaremos con fuerza

Para que puedas regresar.

Y la capitana sumergida en llanto

no intentó escapar

Se entregó al momento

que le tocaba transitar

Espíritus del Mar aquí me quedo

No me vayan a abandonar

Guíenme en esta travesía que tanto miedo me da

Aquí me entrego a mi sombra

Veremos como me va.

¿Estás atravesando también la noche de tu alma en este momento?

Aquí te comparto algunos postes y recursos que pueden servirte para acompañarte en este momento:

Te invito a sumarte a mi comunidad en Instagram @lalyfernandez07 y puedas realizar tu test para saber si La Capitana, La Emprendedora o La Sanadora es la que tiene las herramientas para acompañarte en tu proceso de crecimiento. Puedes encontrarlo en www.lalyfernandez.com

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